Cuty Carabajal, un destino de tierra y poesía

Cuty Carabajal

Cuti Carabajal, emergente célebre de La Madre de las ciudades[1], se reconoce parte de un fenómeno bien santiagueño, el de las familias musicales, que saben poblar de sonidos la extensa región de monte y urbe. En todo caso, se trata de un nombre que trasciende los horizontes. Tanto en Argentina como en el exterior los Carabajal son considerados una de las máximas expresiones entre las familias de músicos. Sinónimo de chacarera, su aporte musical y cultural va más allá del género que los distingue.   

Una de las temáticas siempre presentes en el cancionero Carabajal es su amor intenso por el terruño y quienes visitan Santiago llegan a entenderlo. Es costumbre de los habitantes de la provincia recibir con brazos abiertos al que llega. Quien se adentra en el espíritu de su pueblo experimenta la calidez de su gente. En particular, esta entrevista significó ir al encuentro de una historia rica, entramada de tradiciones y recuerdos que emergen, no bajo la forma de un pasado inmóvil, sino con nuevos escenarios que se presentan en el aquí y ahora. Con Cuti es difícil permanecer espectadora. Su empuje y generosidad invitan a participar del alma de una región que se revela fecunda en cada uno de sus habitantes y que él encarna con un estilo único.

Dos importantes reconocimientos lo consagran en su trayectoria artística de tierra y poesía: En el 2016 fue declarado Ciudadano Ilustre de La Banda[2] y en el 2018 recibe el premio Juana Azurduy, otorgado por el Congreso de la Nación.

 

El linaje Carabajal

En el seno de cada familia se constituye una tradición, una narración transmitida de generación en generación que liga a cada uno de sus miembros a un valor simbólico fundamental.

Los abuelos de Cuti vinieron de España. Como tantos bajaron de los barcos en Uruguay y de ahí a Santiago del Estero. Lo particular de su historia cuenta que su abuela, cuando estaba embarazada, si el marido se hallaba presente al momento de parir, nombraba al niño con el apellido paterno. De lo contrario, usaba su propio apellido. Ella se llamaba Carabajal. “Entre los hermanos de mi padre hay algunos que se son Orellana y otros Carabajal”.    

La avenencia de la abuela a la contingencia del momento estableció, de algún modo, un linaje materno que contiene en sí mismo uno de los hilos de la trama subjetiva que tejen la historia de Cuti.

Concierto Cuty CarabajalSabemos por el psicoanálisis que el nombre es el punto de amarre donde algo de la persona se constituye. Asimismo, el hecho creativo tiene lugar donde un vacío se manifiesta. El nombre Carabajal lleva la marca de lo creativo y de un código propio apurado por la eventualidad del momento, donde una mujer no apeló a los dogmas de la cultura oficializada, sino que trazó su sendero particular y único manifestado en el apellido de los hijos. Sucesivamente, la historia familiar se articulará en cada uno de sus integrantes con modalidades diversas.  

Por su parte, Cuti Carabajal llevó a cabo una reinterpretación de la música tradicional que resultó revolucionaria en su ámbito, al incorporar elementos inusuales dentro del folklore: “Antes se recurría al conjunto de tres guitarras y un bombo. Los Chalchaleros, Cantores del Alba, Los Quilla Huasi. El nuestro era un dúo con teclados, saxo, percusión y guitarras amplificadas. Luego se sumaron los violines. El escenario se llenaba de artillería pesada. Había muchos instrumentos. También cambiamos el ropaje. Vestíamos con bahianos, camisas sueltas, sandalias o zapatillas. Ya no eran atuendos de gaucho. A la juventud le encantó. En seguida otros empezaron a incorporar estas ideas”.

Cuti y Roberto Carabajal realizaron presentaciones en España, Japón, Estados Unidos, Paraguay y Uruguay, entre otros países. Reiteradas veces, los teatros más importantes de la Argentina contaron con su presencia, al igual que los Festivales de Jesús María, Cosquín y La Chaya, entre los más destacados.  

 

Música y leyenda. La Rubia Moreno

Cuti es el último de doce hijos varones, fruto de la unión entre María Luisa Paz y Francisco Rosario Carabajal. Ambos se conocieron cuando Francisco fue a tocar a pocos kilómetros del paraje donde habitaba.

Cuti refiere dos cuestiones esenciales que asocia a su padre: la herencia musical recibida y la leyenda del lugar del cual era originario. “Nosotros salimos músicos porque él era músico. Tocaba la guitarra, el violín, el mandolín. Siempre escuchamos folklore en casa. Sus amigos y los de mis hermanos andaban con la guitarra todo el día. Cinco siguieron el camino de la música. Cuando nos juntábamos los domingos, las canciones sonaban continuamente”.  

Por otro lado, el paraje donde habitaba Francisco contiene en su nombre la leyenda de una mujer cuya determinación y valor fue argumento de poetas y cantantes: La Rubia Moreno. Los Carabajal musicalizaron uno de ellos. “Así nació una zamba que fue grabada por Cafrune y otros”.Cuty y Roberto Carabajal

La historia cuenta que Doña Santos Moreno transcurrió una existencia extraordinaria. “Era una mujer caudillo, rubia de apellido Moreno, alta y feroz. Propietaria de la posta donde descansaban los caballos antes de seguir viaje hacia el Alto Perú”. Sin dilación, participó activamente en la batalla de Pozo de Vargas (1867). Su lucha por la libertad fue reconocida entre los pobladores del lugar, que la enaltecieron como figura épica otorgando su nombre al paraje donde transcurrió su vida. “De ahí era mi viejo”. 

 

La familia como filiación y como alianza

La historia de Cuti es, en gran parte, la de Los Carabajal como grupo familiar y como asociación artística.

En líneas generales, se sabe que la familia es transmisora de cultura. A través de lo dicho y lo no dicho se establecen intercambios, una transmisión. En el caso de la familia Carabajal, gran parte de esa transmisión se manifiesta en el hecho artístico, con la peculiaridad de un nombre que se mantiene en el tiempo, no obstante, las distintas transformaciones.   

En el caso de Cuti, fue iniciado desde pequeño al mundo de la música, pasando de los encuentros en casa, al escenario la escuela. “Salí lleno de miedo, pero a partir de ese momento, seguí”. En el mismo sentido, cuenta: “Cuando Agustín, mi hermano mayor, vuelve a Santiago después de separarse de Los cantores de Salavina, recluta a los jóvenes de la familia. A mis dieciséis se arma el grupo Los Carabajal. Él nos enseñó. Ensayábamos en el patio de la casa vieja. Empezamos las giras por el interior de Santiago y luego de un año, viajamos a Buenos Aires. Éramos entusiastas, aunque había que pelearla mucho. Primero nos hicimos conocidos como autores. Agustín y Carlos componían temas que grabaron cantantes importantes. Nuestras canciones se mantenían primeras en el rating: La Telesita, La rubia Moreno, Pampa Roberto Carabajalde los guanacos. Luego comenzamos a sonar como conjunto. Más tarde fuimos a Cosquín. Hubo recambios y llegaron otros integrantes. Seguidamente, con Roberto, formamos el dúo Cuti y Roberto Carabajal. Pronto apareció Peteco. Había tres grupos importantes, teníamos mucho éxito. Otros artistas grabaron canciones nuestras”. En el 2016 nace una nueva formación musical: Cuti Carabajal en Familia. “Esa es la historia”, dice.  

Sin dudas, en su relato, los lazos de sangre aparecen en primer plano y pueden considerarse el inicio fundamental de la unión artística. De todos modos, su alianza entorno a la música refuerza el vínculo y trasciende la filiación, a través de una voluntad basilar que lo desborda todo. Cualquiera que comparta tiempo con algunos de ellos percibe claramente este tipo de sujeción al espacio Carabajal. 

 

Biografía cancionera. Codearse con la poesía

Descubrir un orden poético en la palabra misma, muchas veces, nos causa admiración. Nuestros sentidos se dirigen al que habla. Existen efectos musicales en la poesía, pero descubrir la música latente en una de ellas o la palabra oculta en una canción, no cualquiera lo logra.

En su rol de compositor, Cuti puso música a la obra de poetas: “Trullenque[3] era uno de los principales que musicalicé”.

Autor prolífico, premiado con dos discos de oro, este Carabajal cuenta con más de 270 obras registradas en la Sociedad Argentina de Autores Y Compositores. Dice: “Por la planilla de liquidaciones de SADAIC vi que en Europa y EEUU cantan temas míos, pero concretamente, hicieron versiones de mis canciones Diego el Cigala, Arrabolero y los Amancay de Zaragoza. Existen en España varios grupos y solistas que interpretan mis temas. Mercedes Sosa también grabó canciones mías”.

La producción artística de Cuti es enorme. Entre las más recientes está Buenas y Santas: “es un disco con mis chacareras cantadas por mujeres”. Participan Marcela Morelo, Soledad, Mianovich, Marilina Ross, Julia Zenko, Estela Raval entre otras.Agustin y Cuty Carabajal

La anécdota con Trullenque

 “Yo vivía en Buenos Aires. Había sacado una melodía con la guitarra y Trullenque, que me visitaba, dice: “hermosa música, ¿qué es?; Un escondido[4]; ¡Qué bien, no hay encondidos! Hay mucha zamba, chacarera, pero escondidos, no. Le hago la letra”.

En ese momento Cuti integraba el grupo Los Manseros Santiagueños. A pedido de La Sony se disponen a grabar un disco. La letra de Trullenque para la melodía de Cuti tardaba en llegar, por lo que le solicitaron encargarse también de la escritura: “La canción trata de mí, que salí con la guitarra a caminar, por aquí, por allá y solo conseguí monedas en el alma. Así se llama. Luego de grabar el disco llega Trullenque con el texto. Le cuento lo sucedido e insiste: !Acá está la letra!; La escuché y me encantó”. Volvieron a grabar su melodía con las palabras de Trullenque.

La pucha con el hombre

El hombre nace y muere a veces sin vivir

Camina desde el niño al viejo sin gozar

Eso que él mismo llama felicidad

Si la tiene aquí la va a buscar allá

Tropieza tantas veces en una misma piedra

Fruta que llega a pasa sin madurar

Si tiene filo quiere tener mucho más

Es un misterio y es de la vida la sal

Tiene alma de guitarra

Encordada de estrellas y es una falta envido su corazón

 

La canción sigue. Nos queda dejarnos enseñar por la poesía.  

 

Lic. Ros Alvarez Mullner

 

NOTAS: [1]Santiago del Estero recibió el título de “Madre de Ciudades” porque desde ella partieron las expediciones que fundaron las ciudades de Tucumán, Córdoba, Catamarca,La Rioja, Salta y Jujuy. [2] La ciudad de La Banda está ubicada en la provincia de Santiago del Estero, sobre la orilla izquierda del río Dulce. [3] Pablo Raúl Trullenque fue un poeta, escritor, letrista y coplero nacido en Santiago del Estero (1934 – 2000). [4] Es otra de las danzas de pareja que trajeron los europeos al Continente Americano a partir del siglo XVIII y que fue readaptada a nuestra idiosincrasia. Se hizo popular en la República Argentina, desde la primera mitad del siglo XIX.